Introducción:
El hematoma esofágico es una condición rara que se caracteriza por una
disección de la pared esofágica entre la mucosa y submucosa. El dolor agudo retroesternal o epigástrico es
una característica clínica común, que puede ser acompañado por disfagia,
odinofagia y/o hematemesis.
Caso Clínico:
Varón de 89 años; antecedentes de Gastritis, Hipertensión Arterial, Insuficiencia
Cardiaca Controlada, Hipertrofia Prostática Benigna con sonda vesical por
obstrucción urinaria. Acude a Emergencias del Sanatorio Adventista del Plata,
por dolor toráxico de inicio súbito, seguido de dos episodios de hematemesis,
niega disfagia. Al ingreso se realiza Endoscopia Digestiva Alta que informa
disminución del calibre, con zona petequial y presencia de hematoma a nivel
submucoso desde los 30 cm
de la ADS hasta
los 39 cm .
El paciente es hospitalizado se indica dieta liquida, hidratación parenteral e
inhibidores de la bomba de protones (IBP). Se le realiza tomografia “multislice” que informa engrosamiento
de la pared esofagica. Encontrándose hemodinamicamente estable y con valores de
hematocrito y hemoglobina dentro de parámetros normales se le realiza controles
de hematocrito evidenciándose una caída del 30% al 25% a las 24 horas, debido a lo cual requirió
reposición de glóbulos rojos en reiteradas ocasiones. Al 4to día de internación
se realizó Serie Esófago Gastro Duodenal, informe normal. Presentó melena al 6to
día de internación y se decidió realizar control endoscopico observándose
lesión ulcerada de 10mm de longitud con con fondo de fibrina a 39 cm de ADS. Evolución
favorable dado de alta al 10mo día de internación.
Discusión:
El hematoma esofágico es una entidad
rara. A nivel internacional, sólo se han descrito 119 casos, sólo 11 casos
(9,2%) presentaron sangrado mayor que requirió tranfusión.
En nuestro país sólo hay reportado un caso. Más frecuente en mujeres (relación
mujer/hombre 2:1) de edad media (promedio 58 años). Puede ser espontáneo o secundario, éste último representa el 60% y la causa más común es la instrumentación
esofágica (dilatación o escleroterapia) seguido de coagulopatías.
La triada clínica característica es el dolor
retroesternal, hematemesis, disfagia u odinofagia, que se presentan en el 35%
de los casos. El método
de diagnóstico es la endoscopia digestiva alta donde se visualiza una lesión
sobreelevada púrpura, localizada en la capa submucosa de la pared esofágica y
que puede protruir hacia la luz esofágica. La tomografía computada evalúa la
pared esofágica define las características del hematoma y su extensión. El
tratamiento es conservador (analgesia e IBP) y
dependiendo la severidad del cuadro supresión de la ingesta oral, dieta
liquida progresiva o nutrición parenteral total. Se utilizan y antibióticos en
caso de fiebre o sospecha de infección.
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